Marissa
Apenas caminé algunos pasos cuando Marissa se decidía a confrontarme.
— Samie, tenemos que hablar. — Me di media vuelta, crucé mis brazos protegiéndome del frío y demostrándole mi … enojo? No, enojo no. Simplemente, insatisfacción. Algo que yo quería que pase y no pasó.
Un momento… ¿En que segundo exacto se dio este cambio en mi? Hacía unas cuantas horas les dije a mis padres que nada iba a suceder y en ese momento estaba hasta malhumorada por eso que no ocurrió.
— ¿Qué pasa, Mar?
— Que ‘¿Qué me pasa?’… ¿Qué te pasa a ti por la cabeza?… ¿Y Ryan?… ¿No piensas en él? ¿Quién es ese chico?… ¿Tanto te vas a rebajar como para estar con un chico que conoces hace cuánto, cinco horas? — Una descripción aceptable de mi mejor amiga, sería hiperactiva. No puede contener sus dudas para exponerlas una a la vez.
— Empecemos por lo primero. Ryan no es nada mío. La verdad que no te entiendo. ¿Quién es tu amigo? ¿Ryan o yo? ¿Por qué lo defiendes tanto a él? Se supone que soy yo tu mejor amiga. Tu sabes todo lo que yo lloré por Ryan, todo lo que yo sufrí por él. Mas allá de que mi sentimiento por él nunca haya sido demasiado grande, me dolió mas la desilusión, la fantasía de la pareja perfecta que todos admiraban rota.
— Tienes razón. Tu eres mi mejor amiga, Ryan es mi amigo y el mejor amigo de mi novio. Se equivocó. Sí, eso no te lo puedo negar. ¿Pero tu nunca te equivocas? Es humano errar y equivocarse. Él se dio cuenta que se había equivocado y busca, a su manera, reconquistarte.
— Pero yo ya no quiero nada con él. No me interesa una relación. Sería perder el tiempo, porque tampoco me interesa una vida con él. ¿Entiendes? Mientras duró fue lindo, no te voy a mentir, la pasé bien, me divertí, nos divertimos. Pero no fue amor, fue enamoramiento, que es distinto. No lo amaba a él, amaba la situación. Amaba la relación que los cuatro teníamos, la envidia de todos los demás. Pero se terminó. Me lastimó una vez, y no pienso dejar que lo vuelva a hacer.
— Pero, Sam…
— ‘Sam’ Nada. Es una decisión tomada. — Marissa bajó la mirada sin saber como seguir. — Ahora, ¿te interesa saber que es lo que le pasa a tu mejor amiga? ¿Puedo contártelo con el verdadero entusiasmo con que lo siento o prefieres irte con John a contarle lo mal que les salió el plan de traernos a Ryan y a mi este viaje para reconciliarnos?
— ¿Tan evidente fue? — Simplemente asentí con la cabeza. — OK. Cuéntame. ¿Quién es ese chico? — Preguntó con algo de interés.
— Su nombre es Benjamin. Y… realmente, no sé mucho de él. Pero fue demasiado tierno conmigo. Supo qué decirme en cada momento para hacerme caer a sus pies.
— Chicos, vuelvan al bus que debemos continuar con el viaje. — Se escuchó a lo lejos la voz del coordinador.
— Dale, vamos. Nos sentamos juntas y te cuento.
Fuimos tranquilas hasta el bus, y al ser unas de las primeras en subir escogimos unos asientos diferentes a los que habíamos utilizado antes. Casi al pie de las escaleras que llevaban hasta el primer piso. Al Marissa haber subido primero, se sentó del lado de la ventanilla por lo que me toco el pasillo. Lo hicimos de manera enfrentada, a pesar de que los asientos estaba uno al lado del otro, de manera en que ella apoyaba su espalda en la ventanilla y yo le daba la espalda al pasillo.
— OK. Cuéntame, todo.
— Espera a que suban todos, no quiero que cualquiera que pase por detrás de mi escuche.
— Esta bien. ¿Qué te pareció la hamburguesa? ¿No te gustó?
— Sí, estaba deliciosa, pero no tenía hambre de comida específicamente. — Dije y ambas nos reímos. Luego de eso Marissa mostró una expresión de aceptación a lo que iba a suceder.
Comencé a sentir un aliento tibio en mi oído. Quería que fuera Benjamin, pero sabía que no lo era.
— Te amo. — Dijo esa voz. Sentí como poco a poco se agachaba en ese pasillo para quedar a mi altura. Dulcemente me tomó del mentón, dio vuelta lentamente mi rostro y besó mis labios de una manera tierna y casi como para una novela de adolescentes.
Quería gritarle millones de cosas por el atrevimiento. Pero no pude, porque cuando iba a comenzar a hacerlo me derritió con esos ojos azules dándole aquellas palabras mudas que él sabía que hacía efecto sobre mi, me dio un beso rápido en la boca y se fue sin decir mas.
Marissa seguía mirándome con la misma aceptación que tenia hacía un momento.
— No le dijiste nada. — Señaló ella advirtiendo que si no le había dicho nada era por una buena razón.
— Quería, pero no pude. — Y Marissa no cambiaba esa picardía con la que me miraba hasta que, de repente, se puso rígida.
Volví a sentir un aliento, pero éste venía acompañado del escalofrío, de la piel de gallina, de un engrosamiento del corazón. Un aliento mas frío y mas caliente al mismo tiempo.
— Todavía no te amo, pero… eres impresionante. — Me dijo al oído de la misma manera en que lo había echo Ryan pero de varias formas diferente. La diferencia era yo. Era mi piel. Era mi cuerpo. Mis reacciones totalmente inconcientes.
No me tomó del rostro ni dulcemente lo movió para llevarlo hasta su boca, pero sí estaba agachado en el pasillo a mi altura.
Pasó la yema de su dedos por mi mejilla acariciándome y fui yo quien se dio vuelta para encontrar su mirada. Fui yo la que se autohipnotisó con sus ojitos verdes. Fui yo quien lo besó tiernamente y él el que se dejó besar. Fuimos ambos los que nos quedamos observándonos el uno al otro. Y sí fue él el que finalizó el momento con un pequeño beso en mis labios.
Se levantó y se fue, pero yo giré y lo seguí con la mirada por el pasillo, y cuando volví a mirar a Marissa me quedó esa sonrisa de idiota enamorada.
— Estas hasta las manos con ese chico. — Me limité a sonrojarme. — Cuéntame.
— Comenzó con el típico verso de los hombres. ‘Se te calló el papel que te envuelve, bombón’ Pero lo que me atrapó fue que el papel decía que no llore por Ryan, que él era un idiota.
— ¿Cómo se atreve? No lo conoce.
— Él tenía razón. No sé como lo supo, dice que se me notaba en la cara, pero, sí, estaba por llorar a causa de Ryan.
— ¿Y cómo yo no me enteré? — Preguntó decepcionada de si misma.
— Estabas demasiado ocupada con John.
— Perdóname.
— Esta bien, amiga. Ya pasó. Luego, eficazmente, Ryan me hizo llorar y me fui al baño a hacerlo. Benjamin me fue a buscar y hablamos durante un rato. Me hizo olvidar de todo lo demás. Éramos, simplemente, nosotros.
— ¿Te hace bien él?
— Por momentos no. Luego de eso, nos acercamos tanto, y de tal manera… nos íbamos a besar. Sí que lo haríamos. Pero llegó el coordinador diciendo que teníamos que bajar. Y en ese instante me hizo mal Benjamin, porque me rechazó, no me quiso besar. Se levantó y se fue. Dijo algo como ‘Si no sucedió es porque no tiene que suceder’.
— Después dicen que las mujeres somos las indecisas.
— Yo me levanté, lo corrí y lo besé.
— ¿Y él que hizo?
— No me abrazó, no correspondió el beso, pero tampoco lo negó. Simplemente estaba paralizado. Y cuando por fin reaccionó mordiéndome el labio, apareció John y Benjamin bajó del bus.
— Que oportuno.
— Quédate tranquila que el ‘oportunismo award’ te lo ganaste tu. Más tarde, ya dentro de la estación de servicio, John me reprendió por un momento.
— Por eso nos había mandado a buscar la comida.
— Exacto. Y luego me fui al baño, no por ir al baño, sino por buscar a Benjamin, ya que lo había perdido de vista. No entiendo por qué tanta dependencia, pero necesitaba buscar sus ojos verdes. Necesitaba besarlo, sigo necesitando hacerlo.
— ¿Y cuando lo encontraste lo llevaste al baño? ¿Te sientes bien? Esta no eres tu.
— No lo planeé. Fui a buscarlo, y como no lo encontré fui al baño a lavarme las manos.
— Pero no entiendo. ¿Cómo llegaron a la posición en que los encontré?
— Cuando estaba saliendo del baño apareció de la nada y comenzó a besarme desenfrenadamente. Al principio no supe que era él, pero cuando lo advertí no lo pude alejar.
< No por fuerza de cuerpo, sino por fuerza de voluntad. No quería separarme de él. Quería, también, saber por qué era como era. Es tierno y agrio a la vez, es frío y caliente. Pero lo de frío y caliente es literal. Siempre esta frío. Hasta en ese momento en el que tu entraste al baño estaba helado, aunque según él, era lo mas caliente que había echo en algún tiempo.
— Tal vez solo es mala circulación.
— Quizá.
— ¿Sabes por qué defiendo tanto a Ryan?
— ¿Por qué?
— Porque en aquel momento en que vos lo viste con Natalie, y que fuiste con los ojos llenos de lagrimas a mirarlo fijamente, a demostrarle lo mucho que te dolía para luego irte, yo me quedé ahí para ver qué hacía él. Lo vi desplomarse, literalmente. Natalie lo quiso consolar, pero él no la dejó.
< No sé que me partía más el corazón. La manera en que tu te fuiste y que no quisiste que vaya contigo o la manera en la que veía llorar a Ryan.
< Realmente, cuando eso sucedió, nos propusimos con John hacer que ustedes vuelvan.
— Pero, Mar, entiéndeme a mi. Pasó el tiempo, el rencor se fue, pero yo no puedo estar con él. ¿Qué certeza me da de que no fuera a pasar lo mismo? Pero sacando eso… Yo ya no siento nada por él.
— ¿Nostalgia no tienes? Sam, a mi no me puedes mentir. Se que sientes algo por él. Si no sintieras nada le hubieras dicho mil cosas cuando hace un rato te besó.
— ¿Sabes que es lo que siento por él? Bronca. Si tanto me amaba, o sigue amando, según ustedes. ¿Tanto le costaba decirle que no a Natalie antes de que pase lo que pasó? ¿Es que tan poca mujer fui para él que tubo que ir a buscar a otra para simplemente un beso, una caricia?
< En todo momento lo apoyé, Marissa. Tu mejor que nadie lo sabes. — Dije al momento en que empezaban a caer mis lagrimas. — Siempre que él me necesitó yo estuve, lo abracé, lo besé, lo aconsejé, lo hice sentir mejor persona, lo hice sentir único. ¿Y cómo me pagó?
< ¿Recuerdas bien lo que pasó ese día? Yo me había peleado con Sabrina y con Samanta y realmente necesitaba a mi novio. A esa persona que tiene que estar en todo momento para darte una palabra de aliento si la necesitas.
< Se me juntó todo ese día. Y no quiero volver a pasar por algo así. Cada vez que lo tengo cerca me vuelve la imagen de cómo se besaba con Natalie.
< ¿Tu qué harías si John te hace lo mismo? ¿Tanto te rebajarías para que vuelva a pasar lo mismo?
— Sabes que no es lo mismo. Y si lo haría.
— Justamente. No es lo mismo. Y no quiero volver con él. Por lo menos no por ahora.
Bajé la mirada cansada de mirar a Marissa y ella sin entenderme. Al ver al piso divisé un papel igual al que me había dado Benjamin hacía unas cuantas horas.
Me acerqué y lo agarré.
‘Deja de llorar de una vez. ¿o quieres que vaya a buscarte y te coma la boca?’
— Sabes Marissa, quiero estar sola en este momento. Me iré a lavar la cara y luego, no sé. Me quedaré por ahí… Sí, quiero. — Dije primero a Marissa y luego claramente a Benjamin. No sabía dónde estaba él. No sabía cómo había llegado el papel a mis pies. Solo intuía que el me escucharía.
— ¿Qué quieres?
— Yo me entiendo.
Mientras bajaba las escaleras me di cuenta de lo imposible que eso sería y lo tonta que había sido al decirlo, pero al bajar, y al estar completamente en ese primer piso, lo vi apoyado en la puerta del baño.
— ¿Estas esperando para entrar el baño? — Pregunté sintiéndome tonta.
— No.
— ¿Y entonces…?
Se acercó mas a mi, tomó mis dos manos y las mantuvo a los costados de nuestros cuerpos. Bajó la cabeza y besó tiernamente mis lagrimas para luego… un momento, ¿¡Saborearlas?!
Al momento que advirtió mi duda en mi rostro y me besó. No era un beso tierno, ni un beso caliente. Era el beso que necesitaba en ese momento.
© 2011 Micaela Yori.
waaaa exelente capitulo l oestuve esperando!! ^-^ no habia comentado xq nu tenia idea como se comentaba aki! jajja me pillo la tecnologia!!! waa benjamin es taann HOT!!! :O muero yo lo quiero para mi!!! ojijijij besiots sube pronto! cony!
ResponderEliminarme encanto gordi muuuyyy buenos todos loos cap me encanta esta historia quiero saber cmo sigue!!!!♥
ResponderEliminarOMG!!! YO TAMBIEN KIERO QUE ME COMAN LA BOCA!!! TE PASAS MICA!! TUS CAPIS SIGUEN IGUAL DE GENIALES COMO TU PRIMER FIC!! uuff!! las charlas entre amigas me ponen nerviosas...sera ke Ryan si sienta lo de la perdida de sam?? pero bueno, esk hay tantos doble cara en este mundo!!! uuuy a mi igual me derriten los ojos azules, pero los verdes tienen algo ke me ponen no se como xD
ResponderEliminarcuando publicas el proximo cap????......mueroo por saber que va a pasar....
ResponderEliminarahhh¡¡¡ me encanta¡¡ ojala me comieran a besos asi¡¡¡ XD....publica pronto¡¡¡ por cierto... te puedes paar por mi blog?? tambn es de vampiros¡¡
ResponderEliminarhttp://elviajeamifelicidad.blogspot.com/ grax¡¡ y sigue asi¡¡..
P.D: ya te sigo¡¡
A las que preguntan cuando actualizaré... nose. Por que estoy un poco ocupada y para colmo la novela no me fluye, me esta costando escribirla. Igualmente, creo que para el sabado o el domingo actualizo ;)
ResponderEliminarHola Mickita! Bueno, tardé el comentar! Es que estuve a full con otras cosas y recien hoy pude tomarme el tiempo de leerla bien y darte mi opinión!
ResponderEliminarRealemente este capítulo esta mucho mejor que los anteriores! En cuanto a redacción, los contenidos son geniales en los tres! Es bueno saber que tomas los consejos y los implementas!
Ahora, el capítulo! Bueno, Sam esta medio confundida, o sea, la entiendo! La infidelidad no se perdona! (o eso creo yo!) Ryan, lo siento por vos! O sea! si fuiste hombre para transarte otra mina, selo para bancarte que desp no te den bola!
Benjamín... bueno! Las señales son cada vez más evidentes!
TE mando un saludo grande!
Pabli
la verdad es que tu historia se está poniendo mega guau jiji sigue así aquí todos te apoyamos bye bzooz
ResponderEliminarMe enamore... sin duda... Benjamin es mi chico ideal...
ResponderEliminarHermoso capi, gemme #D
ResponderEliminarveo q' no anduviste de floja todos estos meses XD el blog te quedó padre!!! me encantó el nuevo diseño -w-
ojalá haya otro capi nuevo en menos tiempo, porq' la vdd no me gusta tanto lapso de espera D: & tampoco me gusta quedarme tan picada, ansiosa & curiosa con tan bnisima trama!!!! X3
OTRO!! OTRO!!! OTRO!!! VAMOS, MICA!! NO ME DEJES ASI!!! :D ERES UNA GRAN ESCRITORA, SIGUENOS DELEITANDO!!! NECESITO SABER Q' MÁS PASA CON TODO ESTO :3
wow que lindo es benjamin quiero uno así; eres muy buena escritora si te lo propones puedes llegar a publicarlo............
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