16 feb 2013

Capitulo trece: Inevitable

Perdon por no subir el capitulo antes, estuve con mil cosas en la cabeza! Bueno, espero que les guste este nuevo capitulo!


Capitulo trece:
Inevitable 







Estábamos en aquel rosedal tan hermoso. No podía creer que lo tenía nuevamente delante de mí. Quería hacerle todas aquellas preguntas, quería tener una respuesta a ellas y quería que ese momento no terminara jamás.

Él me miraba con esos espectaculares ojos verdes y los bellos de todo mi cuerpo se erizaban, mi corazón no paraba de latir y de una manera tan estrepitosa que a veinte metros de distancia cualquiera podría oírlo, tenía ese escalofrío tan particular y una lluvia de sudor me decía que también estaba muy nerviosa.

¿Cómo se había metido en mi cabeza? En todo caso, ¿Por qué lo había hecho? Ni que yo fuera tan importante, mis pensamientos son tan mediocres como los de cualquiera.

Sabía que había sido él el que me había ayudado a escapar de tan horrible situación que había tenido que vivir, pero la pregunta era ¿Cómo?

¿Acaso seria un brujo? ¿O una de esas personas que juegan con muñecos woodoo? Tanto Malcom como Gaspar fueron muy claros cuando sufrían, dijeron que era un pitido insoportable en los oídos. Creo que inclusive vi que a uno de ellos le sangraba la nariz.

Por un lado estaba eso, por otro, estaban mis malditos y confundidos sentimientos. No sabía mucho de Benjamín... ¿Y si dejaba a Ryan por él y luego me quedaba sin el pan y sin la torta?

No podía parar de especular con eso, el futuro no esta en otro lugar más que al que tus propios pasos te llevan. Igualmente, tenía 17 años, si dejaba a Ryan, y nada terminaba pasando luego del viaje con Benjamín  todavía era joven como para buscar a alguien a quien amar o en su defecto, que me ame y me haga sentir bien.

Hacía tan solo unas horas me había prometido regalarle este viaje a Ryan. Llenarlo de inolvidables momentos solo para generar su felicidad. Pero era detestablemente macabro hacer eso para luego dejarlo a penas volviésemos a casa.

— ¿Cómo es que puedes meterte en mi cabeza? — Pregunté apresuradamente.

— Eso no es lo importante, Sam...

— Entonces dime ¿Por qué lo haces? ¿Qué hay de extraño en mí? — Interrumpí.

— Eres la persona que siempre he amado.

— ¡Eres un idiota! — Grité frenéticamente. — ¿Cómo es posible que siempre me hayas amado? Me conoces desde hace apenas unos días.

— Te amo desde antes de conocerte. — Contestó avergonzándose de si mismo.

— Eres un maldito maníaco.

— Sé que también me amas, Sam. Me doy cuenta por el rubor en tus mejillas, por el latir de tu corazón. Sé lo que genero en ti. Este no es momento para hacernos estos planteos de adolescentes estúpidos, si estoy aquí es por algo importante. Entiendo que estés enojada, que necesites respuestas, que no entiendas porque olvidas cosas, pero cállate de una maldita vez y escúchame. — Quedé completamente paralizada. Por todo lo que lo conocía pensaba que la que tenía mas personalidad de los dos era yo... por lo visto no lo conocía tanto como quería creer. Se acercó más a mí, tanto que podía sentir su respiración tocando mi piel, tomó mi rostro con ambas manos y mirándome firmemente a los ojos con una expresión de completa sinceridad continuó: — Estás en peligro. Estoy intentando protegerte. — No pude evitar rodar los ojos con escepticismo  — Tómate en serio mis palabras porque lo son. Haré todo lo posible porque salgas sana y salva de todo esto. Te daré pistas, señales. Cuando llegue el momento, tú sabrás que hacer.

— ¿Las cartas son esas señales que dices?

Ответ на этот вопрос находится в карты. — Dijo mientras se alejaba.

— ¿Qué rayos se supone que significa eso?

Ответ на этот вопрос находится в карты. — Una inmersa nube de humo blanca, quizá neblina comenzó a ponerse entre nosotros y por más que yo corría buscándolo, yendo hacía él, desapareció.





­— Samara, despierta de una vez. — Decía Ryan mientras me acariciaba tiernamente la mejilla.

— Cinco minutos más. — Dije sin abrir los ojos, sin querer despertarme. Quería seguir en ese sueño, quería encontrar a Benjamin. Quería hacerle todas las preguntas que se agolpaban en mi interior, quería respuestas. ¿Cómo era eso de que estaba en peligro? ¿Cómo era eso de meterse en mis sueños? Estaba furiosa y confundida al mismo tiempo. No sabía si morder la almohada y gritar para despejar frustraciones, si levantarme y comenzar a romper, patear y estropear todo a mí alrededor o si, simplemente, quedarme callada y hacer como si nada pasara.

No había que olvidar, que el día anterior había sido victima de un abuso. Siempre pensé que las cosas que le pasa a la gente son por alguna razón, llámese Karma, si así lo prefieren. Pero en este caso yo no le había echo nada a estos chicos. Solo me había causado rechazo Gaspar por lo baboso, pero si íbamos a los hechos yo no tenía por que haber vivido esa horrenda situación. Pero volviendo al quis de la cuestión, tenía razones para hacer un berrinche tal cual pensaba, sólo que no eran las que verdaderamente lo causaran.

— Vamos, Sam, dijiste que querías ir a esta excursión... — Continuó Ryan. — Pero si quieres podemos quedarnos aquí, o salir a caminar...

— hmm. — Fue todo lo que alcancé a contestar. Sólo quería seguir soñando.

En ese interine, escuché el golpeteo de la puerta, a Marissa abriéndola y a Frederic gritando que nos teníamos que levantar de una vez por todas.

— No la puedo despertar. — Comentó Ryan. — ¿No deberíamos dejarla descansar?

— Ella fue muy clara ayer por la noche cuando me dijo que no se perdería la excursión de hoy por nada...

Luego todo fue muy confuso. Sentí una presión en todo el cuerpo, un fuerte golpe. Al abrir los ojos descubrí la escena. Frederic se había subido a una pequeña cómoda que había en la habitación y había emprendido vuelvo cual paloma en un amanecer en la playa. ¿El problema? Él no era una paloma. ¿Lo que es peor? Yo estaba debajo de él.

— ¡Williams! ¡Es hora de levantarse! — Gritó sin salirse de encima de mí.

— Sí, ya me levanto... — Dije volviendo a cerrar los ojos.

— ¡Ya, Williams!

— ¿¡Cómo rayos quieres que me levante enseguida si no te quitas de encima de mí!? — Razoné y él rió mientras se corría.

— ¿Cuánto tiempo tengo?

— 5 minutos para estar abajo, 2 para desayunar.

— Ya vete de aquí así me puedo alistar.

Me levanté somnolienta y me metí en el cuarto de baño. Tomé una ducha rápida sin lavar mi cabello y me vestí lo más rápido que pude. A los 5 minutos exactos ya estaba en el salón desayunador disfrutando de comer una deliciosa porción de torta de chocolate negro con un café fuerte.

Ryan no me perdía de vista ni un segundo y eso dificultaba bastante mi tarea de cortar la relación que él quería que tuviéramos. Estaba siendo tan dulce conmigo, sin contar que parecía salido de un catalogo de chocolates, con esa piel algo bronceada, esos intimidantes ojos celestes, esa sonrisa de telenovela... él se merecía alguien mejor que yo... Alguien que lo ame de verdad, alguien que sintiera por él todo lo que yo sentía por Benjamin.

Tenía que decirle toda la verdad, no encontraba una manera mejor de hacerle entender que su amor no era correspondido.

Pero... ¿Cómo? ¿Cómo ser sincera y no lastimarlo tanto?

Frederic nos indicó que ya teníamos que ir al bus que nos llevaría a la excursión. Ryan se sentó a mi lado. Tenía que pensar bien pero mi mente funcionaba tan lentamente. Sumado al cansancio estaba que constantemente experimentaba flashbacks de lo sucedido la noche anterior, lo que dificultaba mucho el intentar hilar ideas. No podía pensar claramente. Cuando ya estaba segura de cómo empezar a decirle mis sentimientos s Ryan venia a mi mente el abuso de Gaspar y Malcom, o la hermosa noche en el rosedal con Benjamin o incluso el sueño que había tenido.

¿Por qué me decía una frase en un idioma que desconozco? ¿De que me protegía?

Antes de que pudiera darme cuenta ya habíamos llegado y debíamos bajar del bus.

Debíamos esperar a un costado mientras los coordinadores se encargaban de los trámites. Y en ese momento observé que alguien que no tenía ganas de ver se acercaba a mí con una expresión que no tenía ganas de soportar.

— ¡Eres una maldita perra, Samara! — Comenzó a gritarme. Todos alrededor comenzaron a mirar.

— Tu no eres quien para decir eso, Lindsay. — Intervino Ryan.

— ¿Qué no soy quien? — Estaba furiosa. — No te entrometas en lo que no te incumbe, ojitos bonitos. — Dijo menospreciándolo.

— Ya cállate, gorda odiosa.

— No es a ti a quien vengo a gritarle. Así que mejor hazte a un lado.

— Nunca te dejaré el camino libre para que le hagas nada a mi novia.

— ¡Já! — Río con ironía — ¿Tu novia? ¿La más zorra de todo el Altair Hotel?

— Le vuelves a decir zorra y no te quedará un solo cabello que peinar. — Se metió Marissa.

— Claro, ahora todos defienden a esta mosquita muerta pero todo es culpa de ella. Ella juega con los hombres, le encanta su miembro. Ya vi como lo hacía con Frederic, con Gaspar, contigo, Ryan, y cuando te vi con Malcom... ¡ese fue el colmo! — Ryan abrió los ojos como platos. Si bien lo de Gaspar y Malcom no era cierto, lo de Frederic si, y ni siquiera hablemos de Benjamin.

— Deja de blasfemar a mi novia. — Gritó mientras se abalanzaba sobre ella. Yo estaba en shock, nuevamente.

— Pues pregúntale. Veamos que tiene que decir la maldita perra acerca de todo esto...

— Te dije que no le volvieras a decir algo como eso. — Enloqueció Marissa, y si no hubiera sido porque John la sostenía abría quitado uno por uno todos los pelos de Lindsay.

— ¡Anda! Cuéntales a todos la verdad...

— Yo... — Comencé y todos me miraban. No podía delatar a Frederic y el resto era mentira por lo que pensé en negar. — Ayer fui a caminar sola por la ciudad en la noche... Al regresar me colé entre algunos chicos que volvían del boliche y entré. Comencé a subir las escaleras y vi a lo lejos que estaba Gaspar y me hacia señas que fuera con él. Yo había notado que sentía atracción por mí, lo quise esquivar, intenté hacerlo...

— ¡No seas tan mosquita muerta! — Interrumpió Lindsay. — ¡Tu lo sedujiste! Lo quitaste de la palma de mi mano y ahora del viaje por el que tanto trabajo.

— ¡Yo no seduje a nadie! — Mentira, una clara mentira. Lo había echo con Frederic y con Benjamin, pero no rondaba en ellos la discusión. — Gaspar me causaba, y ahora más todavía, demasiado rechazo. A Malcom lo utilicé para esquivar a Gaspar. Quizá no estuvo bien hacerlo, pero no siempre tomo las decisiones correctas. Luego me llevaron a la fuerza, abusaron de mí, quién sabe que mas me habrían echo si no lograba escaparme. — Lindsay me seguía mirando con el mismo odio que cuando apenas se acercaba a mí. — Eres mujer, maldita sea, ¿Por qué no puedes entenderme? — Dije mientras comenzaba a llorar.

— ¿Qué demonios sucede aquí? — Preguntó Frederic apenas observó el círculo a nuestro alrededor.

— Miren todos... Ha llegado la frutilla del postre. — Dijo Lindsay.

— ¿De qué rayos hablas?

— Vamos, dí frente a todos y frente a tus supervisores que te acostaste con esa pequeña prostituta.

— Estás haciendo una acusación muy grave. No solo puedo perder mi trabajo, sino que Samara es menor de edad, y puedo ir a prisión. Cuida tus palabras.

— A prisión... ¿Así como están Gaspar y Malcom? Por mí está bien... ¿Eres tan tonto que crees que no nos damos cuenta que ustedes dos se han acostado? Desde el día del accidente de esa estúpida que es obvio que lo hacen. Y por cómo reaccionaste frente a Gaspar y Malcom cuando te dijeron lo del supuesto abuso, ESO confirmó todas mis sospechas. No la culpaste a ella por ser una maldita zorra, los golpeaste a ellos.

— ¿Sabes qué es lo que hacemos con las niñas problemáticas que dicen mentira tras mentira? Las enviamos a su casa. Por lo visto no te vas a retractar, pero cállate que escucharte es lo último que deseo. Ni siquiera eres una de las niñas que yo coordino.

— Si me mandan a casa será por matar a aquella zorra. — Dijo al momento en que se abalanzaba sobre mí y me tomaba del cabello. Yo de defensa personal mucho no sabía, pero si había una materia del colegio que realmente me gustaba, era anatomía. Sabía que un golpe en el ángulo justo y con la fuerza necesaria en la nariz le rompería el tabique.

Tanto Frederic como Ryan intentaban alejarla de mí, pero al hacerlo solo lograban que me tirara mas fuerte del cabello. No sabía si romperle el tabique o esperar a que la sacaran de encima de mí. Pero si lo hacía mal podría matarla.

No quería hacerlo, pero me dolía el cabello. Cada segundo me dolía más. Parecía como si me estuviera por arrancar el cuero cabelludo en cualquier momento.

Ella tenía ambas manos en mi cabello, me dejaba totalmente libre su cara. Ese momento fue eterno, sentí la transpiración en todo mi cuerpo. Sólo rogaba que el golpe que le estaba por dar no la mate. Entonces, llena de dudas y miedos, procedí.

Un fuerte tronido se sintió bajo mi mano. No le pegue con mano cerrada ni tampoco al estilo cachetazo, yo sabía que debía colocar la base de mi palma donde empezaban los orificios de su nariz y dejar que el movimiento hiciera el resto.

Rápidamente me soltó y puso ambas manos sobre su rostro. Yo me quité el cabello de la cara y comencé a hacerme masajes en el cuero cabelludo que dolía tremendamente.

Comenzó a sangrar y mucho. Marissa me abrazó y Frederic se paralizó. Poco a poco Lindsay se desvaneció. Solo pedía no haberla matado.

Frederic y otro coordinador la tomaron y la llevaron rápidamente a enfermería. Yo no era una asesina, rogaba que no muriera.







Todos me miraban de manera muy extraña, culpándome. Me había defendido... no deseaba hacerle daño como ella si deseaba hacermelo a mí. La excursión sucedió sin mas percances. Escalé la montaña mas alta permitida (que no lo era mucho, pero ellos debían hacernos las cosas fáciles) Bajé tirándome con un arnés por un cable y viendo un hermoso paisaje debajo de mí.

Al regresar al hotel intuí que allí era donde debía haberme quedado. Este viaje se estaba convirtiendo en algo que no olvidaría jamás, pero de la mala manera.

Me recosté y me abracé a la almohada clavando la mirada en la nada misma. Ryan se acercó, se sentó a mi lado y comenzó a acariciarme muy suavemente el cabello.

No podía continuar con aquello, debía decirle la verdad y se lo debía decir en ese preciso instante.

— Ryan...

— ¿Te duelen mis caricias?

— No, no es eso. Debo ser sincera contigo. — Dije al momento en que me sentaba y comenzaba a mirarlo a los ojos. — Has hecho un gran cambio por mí...

— ¿No es suficiente?

— No es eso...

— ¿Y entonces qué?

— Te mereces alguien que te ame como tu me amas a mí.

— Pero yo te amo a ti y sólo a ti.

— Mereces alguien que se derrita cuando la mires, que se le estremezca el corazón con cada contacto, alguien que no pare de pensar ni un segundo en ti, alguien que te dé todo lo que yo no te puedo dar.

— No me importa que no puedas dármelo, ya llegará el amor, estoy seguro de eso.

— Es que no lo entiendes Ryan, estoy sintiendo todo eso por otra persona. No quería ser tan brusca al decírtelo, pero te pones tan necio que no me dejas alternativa. — Ryan comenzó a llorar. Me abrazó fuertemente y comenzó a decirme en el oído:

— Te amo más que a nada ni nadie Samara, no puedes volver a dejarme. Ya cambie por ti y puedo soportar que no me ames, pero por favor quédate conmigo.

— Ryan, por favor, esto no puede continuar de esta manera...

— Lindsay tenía razón, ¿verdad? Nunca negaste haber estado con Frederic. ¿Es él? ¿Es de él de quien te has enamorado?

— No, no me he enamorado de Frederic.

— ¿Y entonces quien es?

— No lo conoces.

— Entonces has estado con él antes del viaje... ¿Por qué me ilusionaste?

— Yo no te quise ilusionar, las cosas se dieron de ésta manera y no pude hacer nada para detenerlo.

— Me largo.

Ryan se fue y yo no podia hacer otra cosa que llorar. No me gusta lastimar a la gente, no soy de ese tipo de personas... Ojala no hiciera nada estúpido.

12 comentarios:

  1. Me encanto..!! estuvo buenisimó, te felicito.. Espero el proximó capitulo...BESOS

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  2. jajajajaj muy bno y mas cuando samara le dio su merecido a esa lindsay y lo que le dice benjamín en el sueño y en la noche anterior en ruso es que las respuestas están en las cartas xD ahh pobre ryan :/ quiero decirte mika que me gustaba mas la imagen anterior benjamín que esta nueva :/ y ps si no puedes colocar la anterior,puedes buscar una nueva? gracias....

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  3. Me gusto mucho :) Porfis sube mas capitulos

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  4. Muy bueno Mica! Yo tambien le hubiese pegado de esa forma a la loca de Lindsay, no tengo otra manera de defenderme jaja.. Pobre Ryan, pero igual.. espero los proximos capituloss!! Besotee (:

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  5. me encanto este capitulo!!!
    cuando va a estar el próximo capitulo?
    besos!

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  6. holaaa cuando seguiras con esta historia???
    bueno besos

    Cami

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    Respuestas
    1. jAJA lo antes posible. Estuve con muchas obligaciones en mi vida personal en estas semanas, por eso me retrase un poco. Pero les habia avisado que así sería.
      La semana proxima seguramente estará disponible el nuevo capitulo ;D

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  7. Acá estoy! Faltaba el mío! Bueno, gran capítulo! Muy fuerte la confrotación! El golpe en la nariz me dolió a mí! Tengo una gran suceptibilidad con el tema de la cara! jajaja!
    Pobre Sam, la dejaron como una zorra! Que más va a pasar!? Que se resuelva el tema de los sobres, carajo!
    Espero, otra no me queda!
    Saludos, Mica!
    Un besote!!!
    Pablo

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